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ARTÍCULOS
FRANCISCO RAFAEL AYALA GALLARDO, MARÍA CRISTINA ASCUNTAR RIVERA
Revista Perspectiva Empresarial, Vol. 8, No. 2-2, julio-diciembre de 2021, 96-109
ISSN 2389-8186, E-ISSN 2389-8194
y social que conlleva a moldear constantemente
de Huizinga (2007), este reconoce que el juego
estrechemos el concepto de esta, presupone siempre
una sociedad humana dado que los animales no han
esperado a que el hombre les enseñara a jugar. Del
mismo modo sugiere que la civilización humana no
ha agregado ningún rasgo al concepto de juego, por
lo que es la propia cultura la que emerge del juego
sin dejar de reconocer que entre ellos existe una
relación de correspondencia y sin desdeñar que
sobreponen al juego como un escenario para
determinado entorno y circunstancias.
El reconocimiento del juego como
vigésima quinta reunión de la UNESCO celebrada
en París en la que se debatió en torno a la cultura
Como parte de este mismo escenario, Bernal
de la “conservación de esos bienes únicos e
irremplazables, cualquiera que sea el país al que
pertenezcan” (p. 216). Por ello el juego tradicional
en todas las versiones culturales se constituye hoy
en PCI
pluralismo (UNESCO, 2001). El juego se instaura
como una actividad humana individual y/o colectiva
los valores, los usos y costumbres, la tradición,
El juego tradicional de la chaza
tradicionales de Colombia, la chaza se constituye
aún perdura en las zonas rurales y urbanas de la
ciudad de Pasto, así como en los municipios del Sur
de Nariño y que hacen parte de la ex provincia de
Obando. La chaza es un deporte que se remonta a
que habitaban en el siglo XV en la zona que se conoce
De hecho, la chaza se reconoce como el deporte
nacional de Ecuador.
Etimológicamente este término viene del verbo
activo transitivo chazarchasser. De
acuerdo con Acosta et al. (2013), la chaza “es un
deporte originario de Francia. Su nombre responde a
chasser, que, entre
y desechar e indica también la acción contraria:
cazar o atrapar” (p. 17). El principio del juego posee
distintas variables para su descripción, pues sus
designaciones dependen del contexto particular en
Para Garzón (1993), el acto de chazar corresponde
a una “acción de detener la pelota antes de llegar a
la tierra para ganar y señalar el sitio o paraje donde
se encuentra la chaza” (p. 30). En el entorno de la
chaza correspondiente a Pasto y los municipios del
Sur de Nariño se reconocen tres versiones de este
es la chaza de bombo y la última, en la cual se lanza la
pelota con la mano, se denomina chaza tradicional.
La chaza como juego tradicional es de vital
importancia para las comunidades campesinas
rurales y urbanas del municipio de Pasto y de las
provincias del Sur de Nariño puesto que representa
un espacio de socialización, lúdico, de recreación,
creatividad y una posibilidad de esparcimiento
que denota los vínculos de cohesión entre los
entrever la estrecha relación con las tradiciones.
En el contexto particular de Pasto, la chaza tiene
una importante presencia en la zona urbana de
los barrios surorientales en los que la cancha del
conocimiento, memoria y experiencia de los
individuos y su comunidad.
Juegos y entornos digitales
Para encontrar los vínculos entre el juego y
los entornos digitales es necesario, en principio,