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ARTÍCULOS ORIGINALES
DIEGO MAURICIO MAZO CUERVO
Revista Perspectiva Empresarial, Vol. 8, No. 2, julio-diciembre de 2021, 3-6
ISSN 2389-8186, E-ISSN 2389-8194
de Guerra de Carlisle, en Pensilvania, Estados 
Unidos, acuñó el término de entornos VUCA1 (por 
sus siglas en inglés). Este es el tipo de entorno en el 
que hemos vivido desde que la pandemia empezó 
hace casi dos años, en donde las condiciones bajo 
las cuales operábamos cambiaron totalmente de 
de los estudiantes no pudieron continuar sus 
estudios, bien por la falta de infraestructura en sus 
zonas de residencia o por falta de preparación de 
los centros educativos. Con la pandemia también 
la educación no había decidido abordar, bien por 
consideraban importantes.
La pandemia fue un catalizador para la 
innovación educativa, la incorporación de las 
tecnologías de la información y la comunicación 
—TIC— pasó de ser una opción o una modalidad 
de la educación a la única alternativa posible para 
continuar prestando el servicio educativo. Sin lugar 
a dudas esta transición forzada al mundo digital 
generó un impacto en la calidad de la educación en 
el que tan solo algunos pocos salieron bien librados, 
creando un impacto negativo mayor en la educación 
básica primaria y secundaria que en la educación 
terciaria. Varios organismos multilaterales 
empiezan a estudiar el impacto de la pandemia en 
los resultados de aprendizaje, desafortunadamente 
los resultados no son los mejores.
En Estados Unidos hay un dicho que es 
pertinente para este momento, a saber: “es fácil 
ser entrenador de cualquier equipo el lunes en la 
mañana”. Explicar por qué algunas instituciones 
fueron tomadas por sorpresa al no estar preparadas 
para enfrentar una situación como la pandemia de 
no capitalizar los aprendizajes adquiridos durante 
diferentes tópicos que salieron a relucir en este 
intervalo de tiempo, entre los que se encuentran: 
estamos preparando a los estudiantes para una 
sociedad que ya no existe y por ello muchos 
jóvenes no encuentran oportunidades laborales; 
el papel de los profesores y las metodologías con 
que enseñamos; la incorporación de las TIC en los 
procesos de enseñanza y la legislación educativa. 
1 En español, representa los conceptos: volátil; inciertos; complejo y ambiguos.
 
prioridades, repensar algunos postulados que 
pensábamos que eran una verdad revelada y 
transformar el sistema educativo.
Lo primero que se debe repensar es el propósito 
de la educación. La educación es un sueño, una 
promesa, una oportunidad, por la que tanto se lucha 
con la esperanza de alcanzar las metas; por ello no 
del ser, para que al enfrentar las oportunidades la 
elección sea siempre en pro de la construcción de 
un proyecto de vida del cual nos sintamos orgullos 
alegría: “este tiempo ha valido la pena, ya que 
como persona nos hemos realizado plenamente”. 
ser, 
es oportuno recordar las bellas palabras del Dr. 
Antonio Mazo Mejía —en diversos escenarios— 
sobre el ser persona:
ser persona es ser consciente de que somos 
una realidad inacabada, una necesidad de ser 
todos los días y cada vez más, una potencialidad 
permanente y angustiada desde la cuna hasta 
el sepulcro; estamos permanentemente 
escribiendo el libro de nuestra vida, y es 
trágico pero inevitable, que al dejar el tiempo 
en esa transición del ser que se llama muerte, 
en nuestro propio libro quedarán para siempre 
muchas páginas en blanco.
La educación ha estado al servicio de muchos 
intereses en los últimos siglos, basta con mirar el 
origen de gran variedad de claustros universitarios 
para entender que es necesario volver a centrar la 
educación en el desarrollo del ser.
Un segundo punto para analizar es el referente 
a los docentes. Hasta el momento no se puede 
tener una buena calidad en la educación, ya que 
no tenemos buenos docentes. A nivel mundial 
podemos encontrar ejemplos de países que han 
realizado esfuerzos importantes para que la 
profesión docente sea no solo bien remunerada, 
sino también apreciada y valorada por la sociedad. 
Durante la pandemia a muchos padres de familia 
les tocó reforzar la labor docente en sus casas, por 
labor. En Colombia es lastimoso que aquellos 
que entran a las facultades de educación sea solo