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ARTÍCULOS
HAROLD MARTÍN-CARO MALAVÉ, HELLEN MÉNDEZ MARTÍNEZ, CRISTINA OLARTE-PASCUAL
Revista Perspectiva Empresarial, Vol. 7, No. 2, julio-diciembre de 2020, 74-82
ISSN 2389-8186, E-ISSN 2389-8194
Introducción
La globalización e internacionalización, las
grandes producciones de grandes empresas,
consumidores exigentes con gran cantidad
de información disponible y conscientes de
lo que buscan, hacen que el sector alimentario
sea altamente competitivo (Barrena, García y
López-Mosquera, 2016). Por ello la innovación
es una opción importante, aunque no sencilla
porque pese a los valiosos esfuerzos académicos
y empresariales para el desarrollo de nuevos
productos la tasa de rechazo es cercana al 70 %
(Moreno y Munuera, 2012). Muchas empresas
gastan miles de millones de dólares fabricando
mousetrap (productos engañosos), rechazados
luego por los consumidores entre un 40 y 90 %
según su categoría (Gourville, 2006).
El sector del vino es aún más complicado, pues
es altamente competitivo; tan solo en España existen
4373 bodegas (OEMV, 2018), siendo más de 80000
bodegas en el mundo las que producen 250 millones
de litros por año (OIV, 2018); es maduro debido
a su antigüedad y evolución; con avances en los
últimos años por la alta competencia y diversidad
de estilos; es sumamente controlado, sobre todo
en Europa donde existen regulaciones impuestas
por gobiernos y organizaciones supranacionales
(Juaneda-Ayensa et al., 2019).
Por otra parte el consumo mundial de vino
mostró un crecimiento interanual de 0,79 % hacia
2017, aunque decreció a una tasa de -0,28 % desde ese
mismo año. En España el descenso fue más marcado:
-1,79 % entre 1995 y 2007, de 15336 a 13100 miles
de hectolitros; -1,30 % entre 2007 y 2017, de 13100
a 10300 miles de hectolitros (OIV, 2018).
Las causas de este decrecimiento para los
consumidores pueden ser muchas, destacando
entre ellas: no les gusta el sabor ni el grado de
alcohol; es una bebida para tomar en las comidas
de beber; no refresca y no se sienten atraídos por
ejemplo, refrescos y cerveza).
Un nuevo vino, con características diferentes,
pudiera captar nuevos consumidores. Por esta
razón, se plantea la elaboración de un nuevo vino
espumoso tinto natural. Una innovación puede
generar cambios en el mercado debido a que los
consumidores tradicionales podrían rechazarla, pero
contrariamente los más abiertos la podrían consumir.
Así, es importante determinar los grupos propensos
a aceptarla y dirigir a ellos dicha innovación.
El análisis de este trabajo se basa en una
investigación realizada en Logroño, en una muestra
de 500 individuos en la que se midió la opinión de
consumidores sobre el nuevo vino tinto espumoso
tinto natural (Olarte, Pelegrín and Reinares, 2017),
aplicando una cata y un cuestionario que surgió de
una investigación previa con 44 expertos; basada en
cata del producto y su respectivo análisis sensorial,
beber el nuevo vino (Juaneda-Ayensa et al., 2019;
Olarte, Pelegrín and Reinares, 2017).
El vino es elaborado con la variedad tempranillo
y con el método tradicional, el Cava, su grado
alcohólico es de 12,5º (similar al de los Cava y a
otros vinos espumosos).
A la base de datos del estudio se aplicaron
métodos estadísticos de análisis de datos para
que se diferencien en su actitud ante este nuevo
en posibles estrategias de producción y marketing.
Desde la publicación de Wendell R. Smith,
en 1956, “Product Differentiation and Market
Segmentation as Alternative Marketing Strategies”,
prácticamente no existe un análisis de mercado
sin su respectiva segmentación y su utilidad; una
de interés hay que, entre otras estrategias,
de comunicación y marketing idóneas, optimizar
la distribución y ubicación del producto, así como
maximizar las ventas y/o ganancias.
Metodología
Con el objetivo de saber si todos los
consumidores se comportan igual ante una
innovación o si constituyen distintos grupos, se