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ARTÍCULOS
REBECA ALMANZA JIMÉNEZ, PATRICIA CALDERÓN CAMPOS, JOSÉ G. VARGAS HERNÁNDEZ
Revista Perspectiva Empresarial, Vol. 7, No. 1, enero-junio de 2020, 73-86
ISSN 2389-8186, E-ISSN 2389-8194
diferente de los demás competidores del sector.
Mediante el análisis de recursos y capacidades
organización y si en base a ello se pueden explotar
las oportunidades y neutralizar las amenazas se
habla de una fuente de ventaja competitiva.
Partiendo del modelo de las cinco fuerzas de
Porter (2008), herramienta fundamental para
entender el entorno competitivo y los sectores
que desde el exterior (competidores potenciales,
productos sustitutivos, proveedores, compradores
las empresas de un mismo sector, el análisis
estratégico ha intentado investigar por qué dentro
de un mismo sector se producen diferencias en el
desempeño de las organizaciones. Por su parte la
teoría de recursos enlaza los conceptos asociados
a la gestión del conocimiento, así ambos enfoques
se centran en la generación de capacidades
distintivas también llamadas competencias
fundamentales a largo plazo. Así pues, dentro
de esta investigación se encuentran diferentes
tipos de teorías que nos ayudan a entender y
comprender mejor la competitividad y el nivel de
éxito que tienen las pymes dentro del mercado.
competitividad como “capacidad de competir”
Con base en ello Porter (1985) señala que la
competitividad es la capacidad de una empresa
para producir y mercadear productos en mejores
condiciones de precio, calidad y oportunidad
que sus rivales. Al respecto, Ivancevich y Lorenzi
en que una Nación bajo condiciones de mercado
libre y leal es capaz de producir bienes y servicios
que puedan superar con éxito la prueba de los
mercados internacionales y aumentar al mismo
tiempo la renta real de sus ciudadanos.
“capacidad de una empresa de generar valor, para
el cliente y sus proveedores, de mejor manera
y diferenciación del producto o servicio, precio y
de entrega. Asimismo, la competitividad de una
empresa es su capacidad para suministrar bienes
que sus competidores (Enright, Frances y Scott,
1994).
La competitividad empresarial no es producto
de una casualidad ni surge espontáneamente,
se crea y se logra a través de un proceso de
aprendizaje y negociación por grupos colectivos
esperan elevar sus índices de rentabilidad,
competir con empresas de clase mundial y
sostener su ventaja competitiva en el largo plazo.
En el caso de las empresas grandes el camino
es más conocido, aparte de que cuentan con
recursos humanos y tecnológicos que facilitan su
andar. Mientras que para las pymes alcanzar la
competitividad y sostenerse en ella no es tan fácil,
por lo que deben apoyarse en factores internos y
los sistemas de información y aseguramiento de
la calidad.
Planeación estratégica
La estrategia consiste en la determinación de
los objetivos básicos a largo plazo de una empresa
y la adopción de los cursos de acción y la asignación
de los recursos necesarios para su cumplimiento
(Koontz y Weihrich, 2001). Mientras que para
Garrido (2006), la estrategia es un elemento en
que los recursos que han sido empleados han sido
realmente usados y (iv) los recursos como tales,
es decir, los medios a disposición.
Al respecto, Porter (2008) considera que
las estrategias permiten a las organizaciones
obtener una ventaja competitiva por tres vías:
enfoque. A lo que añade que para competir se
debe de cuidar el manejo de cinco fuerzas, a
(iv) el poder de negociación con la competencia
y (v) la rivalidad entre las empresas. Por su parte