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ARTÍCULOS ORIGINALES
ILU VALLET-BELLMUNT, TERESA VALLET-BELLMUNT, EDURNE ZUBIRIA-FERRIOLS, TERESA MARTÍNEZ-FERNÁNDEZ, INMACULADA BEL-OMS
Revista Perspectiva Empresarial, Vol. 6, No. 1, enero-junio de 2019, 61-73
ISSN 2389-8186, E-ISSN 2389-8194
Introducción
La globalización, la revolución de Internet, la
mejora de las conexiones inalámbricas, la evolu-
ción de las tecnologías de la información, los telé-
fonos inteligentes, tabletas y otras herramientas
tecnológicas son parte de los cambios que se es-
tán produciendo en la sociedad de hoy. Esto ha
supuesto también un cambio para los contextos
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des y retos (Masrom and Ismail, 2010). Las ins-
tituciones educativas en general, y los centros de
educación superior en particular, no pueden man-
tenerse al margen de estos cambios; por ello de-
desarrollo de las potencialidades de su alumnado.
La evolución imparable de la tecnología hace
hablarse de aprendizaje electrónico o enseñanza
a través de medios informáticos. El aprendiza-
je electrónico (e-learning
proceso de enseñanza y aprendizaje a través de
medios electrónicos. En sus inicios este tipo de
enseñanza estaba principalmente relacionada con
el aprendizaje a distancia debido a su fuerte vín-
culo con la Web (Crompton, 2013). Suscitado por
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se introduce la adaptación del modelo e-learning
a dispositivos móviles, teléfonos, PDA, otros gad-
gets, y ahora tabletas, que permiten desarrollar
el aprendizaje desde cualquier lugar. Este modelo
pasa a denominarse Mobile learning (m-learning),
generando un gran interés en la comunidad cien-
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va el uso de la tecnología móvil como herramienta
de aprendizaje dentro y fuera del aula en cual-
2016). Estudios previos corroboran que la utili-
zación del m-learning en el aula puede mejorar el
proceso de aprendizaje (West, 2012; Hamdan and
Amorri, 2016) dado que la utilización de aplica-
ciones en determinadas materias pueden mejorar
el proceso de enseñanza-aprendizaje, la relación
entre los alumnos y la relación alumnos-profe-
autores en diferentes niveles del proceso de ense-
ñanza-aprendizaje, concretamente: en los centros
de enseñanza obligatoria (Suñol et al., 2016), en la
universidad (Brebera, 2016) o en diferentes áreas
matemáticas (Suñol et al., 2016) o en el aprendi-
zaje de lenguas extranjeras (Brebera, 2016). En la
universidad, los móviles son utilizados como una
2012) puesto que ofrecen muchas posibilidades
para los estudiantes como medios de comunica-
ción y para el trabajo autónomo o el trabajo cola-
borativo (Humanante-Ramos and García Peñalvo,
un mecanismo que permite a los usuarios apren-
tiempo un elemento que reduce el coste de los es-
tudios universitarios (West, 2012).
Dentro del m-learning hay que considerar
la utilización de herramientas de respuesta de
aprendizaje activo por parte del alumno median-
te un dispositivo móvil. Estas herramientas ofre-
cen al alumnado oportunidades de participación,
motivación, comunicación, trabajo autónomo o
colaborativo (Bicen and Kocakoyun, 2018). Paz-
HRA permite una mayor implicación y más com-
promiso de los estudiantes en el proceso de en-
señanza-aprendizaje. Algunas de ellas ofrecen la
posibilidad de utilizar juegos en el aula. Este con-
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mica para el alumnado mediante estrategias que
pueden incluir diferentes respuestas con diversas
valoraciones, además de un feedback inmediato.
Hemos considerado que la Universitat Jaume I
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texto para estudiar el uso de las nuevas tecnolo-
gías en las aulas universitarias por dos razones:
en primer lugar, España es considerado uno de los
países europeos donde más del 80 % de los cen-
tros no universitarios tienen acceso a Internet a
segundo lugar, las escuelas y las universidades
han estado inmersas en la implementación de
solo el 30 % de los libros de texto están impresos.
España, por tanto, representa un escenario ópti-
mo para analizar las relaciones dinámicas entre