Lupa Empresarial N° 20/2019
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Otro aspecto reflejado por la investigación, es que los diseños de las mallas
no están siendo contrastados con comunidades externas como los gremios,
los egresados, o los empresarios, sino que por el contrario las actualizaciones
y los cambios reflejados están liderados por los docentes de tiempo completo
adscritos a los programas de manera interna, con algo de participación de los
estudiantes, y regulado en procesos de autoevaluación por comités curriculares
y no agentes externos de evaluación o auditoría educativa, constituyéndose en
mallas con características muy endógenas y con una interacción externa baja,
inferior al 25 % en las tres regiones. Es un factor común la baja proporción de
docentes con respecto al número de estudiantes de cada programa, en opinión
de los directores de los programas consultados por la investigación, porque los
contadores públicos están mucho más orientados a la empresa que al desarrollo
profesional académico, es decir, la docencia no está vista como perfil ocupacional.
Así mismo, la evidencia permite afirmar que la edad promedio de los docentes
supera los cuarenta y cinco años de edad para las tres regiones.
Lo que refleja esta investigación interregional y binacional, en la que se indagó
por el número de movilidades de los últimos cinco años, es que las universidades
incrementan sus esfuerzos académicos y económicos para impulsar las movilidades
de sus comunidades tanto entrantes como salientes, ya que todas reportaron
en el estudio cifras crecientes de movilidad estudiantil y docente a una tasa de
entre el 10 % hasta el 12,3 % por año. Las universidades estudiadas utilizan diversos
mecanismos para posibilitar la movilidad y la interculturalidad, los hallazgos
promedio de las tres regiones en este sentido son: intercambio investigativo
13 %, los convenios interinstitucionales 42 %, los acuerdos interadministrativos
para investigaciones 26 %, las doble titulaciones 8 %, estancias académicas e
investigativas 4 %, las becas interinstitucionales de estudios superiores 9,6%,
movilidades estudiantiles 23 % y movilidades docentes incluyendo eventos
académicos alrededor del 32,5 %. Todos estas modalidades de materialización
de la movilidad desarrollados por las instituciones dan respuesta a la necesidad
de interacción, ratificadas por las curvas ascendentes de todas las universidades
en los últimos cinco años en temas de movilidad académica.
Para procesos de movilidad estudiantil, una de las operacionalizaciones con
mayor porcentualidad es la doble titulación con 38 % y los semestres académicos
de intercambio con el 27,3 %. Los principales interrogantes giraron alrededor de
si la universidad facilitaba el intercambio desde lo académico (homologación),
con una respuesta del 30 %, en contraposición a que administrativamente las
universidades facilitan mayores mecanismos como requisitos, presentación
institucional, trámites internos y externos o la existencia de las oficinas de gestión