Por:
Iván Darío Salazar Parra *
El problema del crecimiento económico es prioritario en todos los sistemas y adquiere una connotación dramática en los países que en la actualidad se encuentran agobiados por problemas económicos, políticos y sociales derivados de la pobreza y de las expectativas, no satisfechas en el marco de las relaciones con los países en desarrollo.
En un marco de escasez de recursos en el campo financiero y de capacitación- tecnologías, se hace imprescindible un uso más eficiente de los mismos y sobre todo, una intensificación del acceso a mecanismos de cooperación económica entre los diversos organismos internacionales a través de técnicas disponibles que favorezcan los intereses de los países desarrollados y en vía de desarrollo. América Latina como región en desarrollo no escapa a esta realidad y algunos países han sabido orientar eficientemente sus fuerzas para un aprovechamiento racional de las oportunidades financieras que el sistema internacional brinda, para la implementación eficiente de proyectos productivos que atiendan sus necesidades de crecimiento.
Así, la apertura internacional constituye una fuente invaluable de oportunidades en el plano económico, pero también teniendo en cuenta el ambiente Internacional como variable exógena para poder ingresar tanto las empresas como los gobiernos, a través de mecanismos operacionales perfeccionados en el mercado Financiero Internacional y así tener la oportunidad de facilitar mayores técnicas de negociación mediante estrategias de cooperación Internacional.
La creciente apertura de las economías ha impuesto la necesidad de que los países monten un sistema de inteligencia económica que les permita tener una información apropiada, para pronosticar de manera más acertada el desarrollo del mundo de los negocios internacionales y estructurar e implementar formas de negociación adecuadas tanto en foros bilaterales como multilaterales para la obtención de los objetivos económicos nacionales.
Es bien conocido que los mercados externos representan una importante alternativa para impulsar el crecimiento de la empresa y propiciar economías de escala que faciliten mayores ventajas y capacidad competitiva en el ámbito nacional e internacional.
Visto de esta forma, la apertura de la empresa en los mercados internacionales constituye una fuente significativa de oportunidades en el medio ambiente de la globalización mundial, porque se enfrenta a una gama de circunstancias externas que crecen a medida que los países pasan a tener mayores intereses internacionales y a ejecutar diversas modalidades de negociación en esos mercados financieros, en las diferentes regiones y países del mundo.
Es importante también tener en cuenta la mentalidad y cultura, negociadora que unidas a las técnicas de análisis, permiten llegar a los diferentes aspectos de la negociación para bien de los diferentes estamentos en la solución de contratos de comercio o bien de conflictos que puedan presentarse, buscando con ello la obtención de objetivos en el corto-mediano y largo plazo, mediante la aplicación de instrumentos: cambiarios, arancelarios, financieros, monetarios, administrativos y diplomáticos, que deben aplicarse de manera acorde con los objetivos trazados previamente.
Para realizar negociaciones en el sistema económico internacional es menester tener en cuenta los tres sistemas internacionales y dinámicos a saber: sistema monetario internacional, sistema financiero internacional y sistema comercial internacional.
El relacionamiento financiero de los países en desarrollo con los países industrializados a través del tiempo ha sido siempre importante, teniendo en cuenta que los primeros presentan una notoria dependencia de los flujos de capitales de los segundos, porque el capital es más escaso en los países en desarrollo; porque las tasas de rendimiento esperadas tienden a ser más altas en los países industrializados y finalmente, porque el punto de discusión siempre ha sido la naturaleza de los flujos de capital, sus condiciones y su utilización
Las vinculaciones financieras entre los países industriales y los países en desarrollo dependen de tres variables:
A los países en desarrollo les corresponde sólo una proporción reducida de los flujos internacionales de capital, de manera que su influencia en el sistema internacional es limitada.
El sistema mismo se modifica con base en dos factores principales:
Dada la situación de los países pobres, los mismos tienen que aprovechar las oportunidades que presenta el sistema financiero internacional, ya que las transacciones financieras internacionales se han vuelto el flujo dominante en las transacciones económicas mundiales. Entre las causas para que se dé este cambio en los flujos estarían la expansión de grandes empresas multinacionales y el flujo entre empresas que han pasado a ser en algunas ocasiones mayor que entre muchos países. Hoy en día algunas estimaciones indican que de las 50 economías más poderosas, 28 son países y 22 son empresas multinacionales.
Entre las operaciones que se destacan en el ámbito mundial se tienen: La export-banking, operaciones en moneda extranjera, Foreing-banking, operaciones en moneda nacional de bancos extranjeros y los Offshore, centros financieros. Las operaciones en moneda extranjera se realizan a través de los intermediarios financieros designados por los bancos centrales de cada país para el reintegro de divisas por concepto de exportaciones y cambio de moneda Nacional por moneda extranjera para enviar regalías hacia la casa matriz por parte de la subsidiaria
Los centros financieros internacionales están localizados en ciudades de continuas y elevadas transacciones Internacionales, como es el caso de New York, Londres, Tokio, París, Singapur y Hong Kong, entre otras.
La eficacia con la que el Sistema Financiero Internacional cumple sus diversas funciones puede influir en el volumen de ahorro e inversión generado en la economía mundial y lógicamente su funcionamiento tiene repercusiones importantes en la actividad económica de los países en desarrollo.
En el actual mercado financiero mundial se nota una tendencia hacia el financiamiento con tasas de interés flotantes, tanto en los mercados bancarios como en los de cuasidineros. Por otro lado, los importantes desarrollos registrados en la tecnología de la información en las últimas décadas del siglo pasado, unidos a la ampliación de la gama de operaciones realizadas en lo colectivo por las instituciones han conducido a la integración de los mercados financieros internacionales.
Lo anterior permite un rápido intercambio de fondos entre los mercados en mención y lo concerniente al sistema financiero latinoamericano, y está directamente ligado al proceso de comercio exterior y de negociaciones de la región, ya que los bancos nacionales e internacionales han sido pilares fundamentales en la financiación del desarrollo de proyectos de exportación, importación, creación de pequeñas y medianas empresas, reconversión industrial de las empresas ya existentes para hacerlas más competitivas y además está presente en la ejecución de grandes megaproyectos de construcción, como centrales hidroeléctricas, Tren Metropolitano de Medellín, Túnel de Occidente, entre otros, proyectos que canalizan estos créditos financieros de entidades tan importantes como Bancoldex, Banco Latinoamericano de Exportaciones (Bladex), Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial (BM), Corporación Andina de fomento (CAF), en el sector público y City Bank, Morgan Guaranty,
ABN-AMRO- Chasse Manhatan, entre otros, en el sector privado.
En el inicio del siglo XXI, con la globalización a escala mundial en toda su expansión y la acelerada apertura económica de los países de América Latina, hay quienes plantean una serie de problemas: sobre el desarrollo de estos países y la aplicación de sus ventajas comparativas y competitivas en el orden internacional, situaciones que en buena parte pueden ser resueltas mediante el apoyo de un sólido sistema de mercados financieros internacionales que trabajen de manera interdisciplinaria, con los gobiernos de países industrializados y en vía de desarrollo, para facilitar mecanismos de apoyo de manera continua que permitan un mayor crecimiento económico y por ende, mejor nivel de vida de la población.
* Iván Darío Salazar Parra:
Profesor de pregrado, postgrado, magister de negocios internacionales y mercadeo internacional en universidades como CEIPA, EAFIT, Universidad de Medellín, Bolivariana, Universidad de la Sabana, ICESI, Universidad de Manizales, Universidad de San Buenaventura de Cali, Universidad de Córdoba, Universidad Autónoma de Manizales, Universidad Autónoma de Bucaramanga. Asesor en planes de comercialización nacional e internacional.